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lunes, 13 de mayo de 2013

Somos más de Benjamin Franklin que de Angela Merckel

Pensamientos desde las trincheras 

(Segunda Parte)






En el anterior post, dábamos las claves del hundimiento de la Unión Europea y nuestra idea de porque estaba pasando.

Después de desenmascarar a Alemania y su vil plan para conquistar Europa, ahora queremos explicar como podemos dar la vuelta a esta situación y ganar la guerra.




Tenemos a los principales países europeos asfixiados por los recortes económicos y sociales que estamos sufriendo.  Una tasa de desempleo por las nubes, un consumo reducido al turista extranjero y con una amenaza sobre-volando las cabeza de todos,  la terrible intervención o salida del Euro.

Es aquí donde aparecen nuestros mejores aliados en toda la historia moderna. Los Americanos.  Dejemos de estar atemorizados por Alemania. 

La última batalla:

Last Battle

Para esta batalla, los países como España, Francia, Italia, Portugal, Grecia e Irlanda se tendrían que unir y en bloque anunciar la salida de la moneda única, el euro y de la Unión Europea.  Estamos hablando de una población total de más de 200 millones de habitantes.




Estos países no volverían a sus antiguas monedas, nos uniríamos al dolar.  Con esto, las amenazas por parte de Alemania y su mando ejecutor, la Unión Europea del desastre que sería para los países volver a sus antiguas monedas quedaría eliminado.



Se quedaría Alemania sola o con muy poca compañía en su Unión Europea y en su Euro.  Un lider sin pueblo, un Rey sin Reino.




Como siempre, todo cuesta cuando quieres algo.  Tendríamos que devaluar el Euro y cambiarlo a la par con el dollar. De esta manera los americanos se sentirían más que pagados por su ayuda.

Y a partir de aquí, bajo la tutela de un nuevo gestor, que la FED diera a la máquina del dinero e inyectara grandes cantidades de dólares en los nuevos países, llegando a las Pymes y a las familias para recuperar el tejido industrial, las empresas de servicios y la construcción. 

Esto generaría empleo, riqueza, y que la gente volviera a consumir, a comprar casas, coches, salir a cenar, de viaje, es decir, volver a vivir...


La vida es bella

Por otro lado, los americanos tendrían que tener mano dura con nuestra clase política.  Sacar las tijeras y empezar con recortes en las administraciones públicas.  Es decir, menos políticos y más trabajadores.

Reducir el número de Senadores y Diputados. Eliminar las parlamentos provinciales, dejando una representación por parte de las autonomias acorde a la situación. Reducir el número de Ayuntamientos y empresas públicas.

Eliminar todas las subvenciones a los partidos políticos y a los Sindicatos. Que vivan de sus afiliados y  simpatizantes.  Eso les obligará a volver a escuchar al pueblo.  Porque para eso trabajan, para su pueblo, para sus trabajadores. 



Necesitamos volver a encontrar nuestra propia identidad.  Sentirnos útiles, y saber que si nos esforzamos tendremos una vida mejor y más próspera.   Volver a coger las riendas de nuestro destino. No necesitamos que nadie nos diga lo que tenemos que hacer, porque lo sabemos y lo terminaremos haciendo.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Somos más de Benjamin Franklin que de Angela Merckel

Pensamientos desde las trincheras 

(Primera Parte)



Esto que os voy a contar, su origen proviene de ponerme a pensar después de un día nefasto en la bolsa, donde el IBEX perdió el nivel de los 8.000 puntos, dejándose un -1,84% en el día y un 10% en la última semana.

jueves, 14 de marzo de 2013

¿Por qué no somos todos iguales?


¿Por qué no somos todos iguales?


somos todos iguales
Vivimos en un estado de derecho, donde todos somos iguales ante la ley, donde todos tenemos los mismos derechos y obligaciones.  Vivimos en una democracia parlamentaria, donde elegimos cada 4 años a los políticos que queremos que nos gobiernen en el ámbito local y nacional.  Bajo estos parámetros, me pregunto, ¿Por qué no somos todos iguales?.  A esta conclusión llego tras analizar los dos pilares más importantes donde se apoya nuestro país.
poder político
1. El poder político:  El poder político en nuestro país es tronchante.  En los últimos 35 años los partidos políticos nacionales junto a los partidos nacionalistas, se han aliado para poder hacer lo que quieran y mirar hacia otro lado.  Somos un país que cada día nos levantamos con un escándalo de algún partido político.

Es muy difícil entender cómo podemos seguir así y que no hayamos hecho nada para remediarlo.  Será porque se lo han montado muy bien.  Seguimos con los mismos políticos desde hace años, no conseguimos echarles y obligar a que se regeneren, entrando gente en la primera línea política con ganas de hacer algo bueno por su país, en vez de sólo mirar por ellos. Y más me cuesta entender, como los dirigentes de estos partidos políticos no han dimitido, o no estén ya en la cárcel.

Siempre me han enseñado que uno tiene que ser responsable de sus actos; lo que nunca me habían dicho que eso no es así si eres político.  No se puede consentir.

Hagamos una clase política que represente de verdad a sus ciudadanos. Que tengan los mismos derechos que el resto, que se rijan por la misma vara de medir que yo, que tú o que el vecino.  Políticos con ganas de cambiar las cosas, que vivan la realidad de su gente y no se amparen bajo partidos políticos que les dan plena inmunidad. Que no reciban sueldos millonarios que no sabemos ni cuanto es ni de donde salen.  Que haya una transparencia como en el resto de empresas y organizaciones a las que estamos acostumbrados a ver cada día.  Que sepamos todos en que se gastan nuestro dinero.

Estoy convencido que para lograr esto, tienen que regenerarse toda la clase política.  Tienen que dimitir todos los políticos de primera fila en bloque y empezar desde abajo.  Hay gente honrada en este país, y muy bien preparada, que además seguro están en el paro.

poder financiero
2. El poder económico:  El poder económico o financiero de este país se ha politizado de tal manera, que hemos llegado a tener más políticos en las Cajas de Ahorro que en los Parlamentos.  Y no hay que ser muy listo para darse cuenta que todo lo que se politiza en este país se pudre.

Las Cajas de Ahorros, entidades financieras públicas que a lo largo de los años nos han intentado hacer creer que eran sin ánimo de lucro, donde los ciudadanos podíamos invertir nuestros ahorros y solicitar créditos para comprarnos un coche, una casa,  o abrir un negocio; hoy por hoy han quebrado.  Es decir, no han sabido hacer bien su trabajo.  Se han dedicado a financiar a políticos y amigos de políticos.  Y esto no puede ser.  ¿ Y por qué les han dejado hacerlo? La respuesta, en mi opinión es muy simple: Porque en este país no todos somos iguales.
Y como todo queda en casa, la solución que han decidido antes de ser intervenidas, ha sido, primero emitir las famosas preferentes para captar el poco ahorro que nos quedaba, engañando al ciudadano de más edad y al poco preparado para luego decirles que lo que les vendieron en su día ahora no vale nada.  A mi esto me suena como los famosos pagarés de una familia empresaria española, pero mucho peor, pues las Cajas eran públicas.  Han vendido unos papelitos ofreciendo una alta rentabilidad y a la hora de devolver el dinero, si te he visto no me acuerdo.  ¿Por qué a la familia empresaria española la están investigando y les quieren meter en la cárcel y a los presidentes de las cajas, como Caja del Mediterráneo, Bancaja, Caja Madrid, las Cajas Gallegas no? Puede ser... porque no somos todos iguales.
Me es muy difícil explicar a mis hijos cuando las Caja de Ahorros, que no han sabido hacer su trabajo, que además, han recibido ayudas millonarias para no cerrar y convertirlas en Bancos; sus clientes, muchas personas que tenían invertido sus ahorros con ellos, y ahora no tienen nada, que además se quedan sin trabajo; no pueden pagar sus obligaciones, como la hipoteca, y no solo no les ayudan, sino que les echan de su casa.   La única explicación que les puedo dar es que en este país no somos todos iguales.
Y por último están los Bancos, entidades financieras privadas, que han recibido ayudas multimillonarias por parte del Estado.  Que tienes algunos de sus presidentes y altos cargos condenados a penas de cárcel e inhabilitados para seguir trabajando en la banca y que posteriormente han sido indultados por los Gobiernos de turno.

Y digo yo, ¿Por qué?

La respuesta, la única respuesta que se me viene  a la cabeza: porque no somos todos iguales.